sábado, 6 de octubre de 2012

De "Los fuegos pronunciados" / Julio Vélez




(Dibujo de Julio Vélez)


Aunque acaso la vida y muerte
sean una misma y plural acogida,
ingentes brazadas,
lumínicas,
ardorosas luchas.

A un nuevo siglo
abiertas las mañanas,
días rasgados
en su mitad más muda.

que la muerte
vendrá a por la vida,
diáfana,
puntual
firme y segura.

Pero me va a encontrar en rebeldía.



JULIO VÉLEZ



(Este es uno de los últimos poema de "Los fuegos pronunciados", el poemario que Julio tardó casi diez años en escribir y que publicó en 1985, un periodo intenso pero también doloroso, de zozobras vitales y políticas en el cual la transición a la vida civil, tras tantos años clandestinos de militancia antifascista, acarréo al poeta, como a tantos otros, graves crisis personales que se vieron agravadas por el revés emocional e ideológico que le supuso la práctica desaparición del Partido del Trabajo, en el que tanto luchó. Dentro de mi humilde contribucción a difundir la obra y la figura de Julio Velez, iré reseñando también lo que escribieron de este gran poeta andaluz, a raíz de la noticia de su muerte, ocurrida en Dax, Francia, en 1992, algunos de sus innumerables amigos, en este caso, Eduardo Galeano, que lo consideraba como un hermano:
"Él fue hijo del cante flamenco y de César Vallejo. Anduvo pasos y palabras entre su sol y su sombra, por los laberintos del alma y Andalucía y el mundo. Mientras andaba, nos iba descubriendo las luces que nacen adentro y las lluvias que llueven desde la tierra al cielo")




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