jueves, 3 de abril de 2014

LA PALABRA LIBERTADA. QUINCE REFLEXIONES PERSONALES (Y TRANSFERIBLES) SOBRE UN QUINCENIO POÉTICO. (1) Julio Vélez



1. 1975, 20 de noviembre: muerte del Generalísimo

A tientas me adentro en el laberinto. La gran carcajada del minotauro golpea sus martillos de cristal podrido tras las huellas del sueño. Ariadna ha olvidado sus hilos en el último rincón y todo parece cercano. Los pilotos inician el vuelo pensado a lo largo de las últimas décadas y, sin embargo, el globo, con demasiado lastre, toma altura y se bambolea por los cielos. Del baile al naufragio todo es posible. Espectantes, los frigoríficos devuelven las botellas guardadas durante años y, dentro de las casas, la algarabía y el ruido hacen contrapunto con el silencio de las calles. La televisión es puro luto. Las risas y las lágrimas tienen ideología el 20 de noviembre. Los amigos celebran el triunfo de la muerte que tanto tardó en sacar a bailar al General. Ocurre, sin embargo, que nuestros cuerpos están habitados por muchos cuerpos y muchos fantasmas y que si a unos los elegimos y nos eligieron, otros nos fueron impuestos. Expulsar a éstos lleva su tiempo y su cáliz.

Julio Vélez
(AA.VV. / “DEL FRANQUISMO A LA POSMODERNIDAD”)



***