domingo, 5 de abril de 2015

Natalia Litvinova




La última cintura

Después de años de planos trazados a la perfección,
mi madre terminó remendando ropa ajena.
Un día apareció Juan y su leucemia.
Trajo pantalones para achicar. Había adelgazado.
Cada vez que venía, yo me tapaba la boca.
Quería arrojarme encima de su cuerpo.
Cinco pantalones reducidos para las cinco versiones
de la cintura de Juan. Eras blanco cal,
la luz desperdiciada en la dimensión de tus ojos.
Pero tus labios rojos, como si toda tu sangre se congregara allí.
La última vez que te vi fue cuando trajiste el sexto pantalón
y yo lo destrocé sollozando hasta quedarme dormida.
A la mañana siguiente encontré a mi madre
con los ojos cristalizados. Detrás de la máquina de coser.
Iluminada por los débiles rayos del sol.
Al lado de toda esa ropa arrugada, indecente, sin dueño.


Natalia Litvinova
(de “Todo ajeno”, editorial Vaso roto, 2013)


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