domingo, 3 de enero de 2016

Ho Chi Minh / poemas





Una broma
El Estado me alimenta con arroz,
habito sus palacios,
sus guardianes se turnan para servirme de escolta.
Contemplo sus montañas y sus ríos cuando quiero:
con tantos privilegios, un hombre
es realmente un hombre.


Una delegación inglesa en China
Los americanos se han ido; ahora
llegan los ingleses.
Se le da la bienvenida a la delegación
por todas partes.
Yo también soy un delegado
en una visita amistosa a China.
Sólo que la bienvenida que a mí me dan,
es otra.


Alerta en Vietnam
¡Mejor la muerte que la esclavitud!
En todo mi país ondean
nuevamente las banderas rojas.
Oh, lo que es ser un prisionero en un tiempo así.
Cuándo seré libre para tomar
mi puesto en la batalla.


Al escuchar moler arroz
Cuánto debe sufrir el arroz bajo el triturador.
Pero después de molido es blanco como el algodón.
A menudo le sucede lo mismo
a los hombres de este mundo:
el taller de la desgracia los convierte
en jade pulido.




Nguyen Tat Than (1890-1969), más conocido por su nombre de guerra, Ho Chi Minh, el gran revolucionario vietnamita, escribió estos poemas en 1942 durante una estadía en prisión que sufrió en China. Había viajado a ese país durante la guerra antijaponesa para entrevistarse con Mao Tsetung, pero fue capturado por la policía de Chiang Kaishek y enviado a distintas cárceles durante más de catorce meses. Se trata de poemas breves que describen la vida en la cárcel con expresiones de tristeza, humor y espíritu de lucha.

Esta versión traducida del francés pertenece a Emilio Jáuregui.



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